La muerte no existe

Efectivamente, el hombre es universal, infinito, sólo tiene cambios de estado energético, de espacio y de tiempo, siendo siempre el mismo, pudiendo adoptar otras formas o presentaciones en toda la inmensidad del universo, lo que formaría parte de lo que llamamos nuestra energía masiva.
El hombre siempre ha existido, sólo ha habido cambios de su energía y presentación. Estos cambios en la universalidad son múltiples, algunos no podemos imaginarnos pero podemos señalarlos y, al dejar de latir el corazón, sólo habremos cambiado de dimensión y forma.
Estamos en nuestro universo rodeado de todas esas formas de existencia de seres. Somos como las ondas y radiaciones que están en nuestro espectro natural, las hay de todas las frecuencias, velocidades, etc. nos están rodeando.
Igualmente la energía del hombre en sus variadas presentaciones está con nosotros pudiendo estar en este momento aquí y allá, a miles de años luz.
La distancia ya no es contabilizada ya que en el mismo momento una energía poderosa como la nuestra puede estar en dos lugares. El tiempo tampoco es mensurable y hay dimensiones o etapas de la vida que son parte de nuestra existencia pasada o futura y coexistimos con ellas.
Las formas de existencia son por ejemplo: líquidas, sólidas, gaseosas. Animales, vegetales. Pueden ser materiales y espirituales. Tienen formas y son también amorfas. Las coloraciones son variadas. Hay otras formas de presentación de la energía que no son visibles, sino perceptibles, algunas por el oído, otros por la visión distorsionada, otros por el olor y otros por la simple intuición o mentalización de forma.